Los arqueólogos pronto se dieron cuenta de que estos textos eran registros de adivinaciones de finales de la dinastía Shang, hace unos 3000 años.

Las oraciones se escribían en un trozo de hueso, generalmente de una tortuga o vaca, y luego se quemaban para ver cómo se rompiá el hueso.

A través de estos llamados "huesos de oráculo", hemos aprendido de las muchas preocupaciones de los reyes Shang.

Desde desear que un dolor de muelas desapareciera, hasta la esperanza de ganar una batalla.

Hasta ahora, más de 150.000 piezas de huesos de oráculo se han descubierto alrededor de la actual Xiaotun.

Al igual que cementerios, fosas de sacrificio, templos, palacios y más.

Después de décadas de tales descubrimientos, los investigadores determinaron que se trata de las ruinas de la última capital de la dinastía Shang, llamada Yinxu.

Que fue nombrada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el 2006.

Atendamos al relato…