Este tratado describe todo el proceso de preparación de la piedra filosofal.
En el arte alquímico, los siete metales que se mencionan habitualmente llevan el nombre de los planetas.
Por ejemplo, el cobre se conoce como Venus, y cuando se hace referencia a él, se aconseja al estudiante que lo trate como un símbolo del amor.
O como un conductor, en lugar de un metal, ya que como metal es de poca utilidad en el arte de la alquimia.
El plomo se llama Saturno e indica algo oscuro, negro, o de apariencia imponente.
El estaño, el cobre y el plomo son metales problemáticos.
El estaño está relacionado con la fabricación de compuestos plateados.
Y el cobre, aunque actúa como conductor en el compuesto de metales, generalmente se considera de poca utilidad en el proceso alquímico.
Sin embargo, hay un octavo metal, que rara vez se encuentra en los muchos tratados, y luego generalmente se pasa por alto como si no tuviera importancia.
Sin embargo, es de la mayor importancia, ya que sin él no se puede lograr nada.
Afortunado en verdad es el investigador que lo nota: el metal es antimonio.
Veremos en el Libro secreto de Artephius, el único libro entre miles en el que se podía confiar, que la primera palabra es antimonio.
Conozcamos el escrito …