Edgar  Cayce – Parte A

Nació en 1877 en una granja de Kentucky, en una familia americana con antepasados franceses, probablemente calvinistas que huyeron de Francia por persecución religiosa.

La vida de sus antecesores había girado alrededor de las tareas del campo, pero su padre se destacó como juez de paz y deseó que su hijo pudiera estudiar y capacitarse para un oficio o profesión que lo alejara de esa ocupación tradicional.

Pero Edgar Cayce no demostró aplicación para el estudio y su vocación lo inclinó a ser pastor eclesiástico.

Estudió la Biblia profundamente y enseñó el catecismo; actividades que quedaron reflejadas en sus escritos posteriores, donde abundan las citas bíblicas.

Tuvo una niñez normal, pero sus padres comenzaron a notar que durante el sueño tenía reacciones extraordinarias.

Pues obtenía conocimientos en forma subconsciente y en ese estado impartía órdenes sensatas y efectivas, sobre todo diagnosticando males y aconsejando remedios.

Cayce aseguró que nunca actuó por impulso de espíritus que lo ayudaran, pues con lo único que contaba era con una inteligencia.

Además poseía unos poderes paranormales superiores, recabados a lo largo de miles de años, en varias vidas pasadas.

Por lo tanto no era un médium en el estricto sentido de la palabra.

Tenía dos personalidades claras: la suya propia y la que se expresaba durante su sueño hipnótico.

Durante la primera era un hombre simple, ignorante y que practicaba lo contrario de lo que aconsejaba mientras dormía.

De allí que no se pudiera ayudar a sí mismo y tuvo una vida llena de inconvenientes..

Escuchemos la narración …